Os resumo un poco el finde: Aunque habíamos decidido salir el viernes a las 4 para ir al Carrefour a comprar las cosas y salir escopeteados, finalmente no salimos de casa para hacer la compra hasta las 6 de la tarde. En continente nos liamos un “poco” , mas que nada eligiendo los sacos y la tienda de campaña y finalmente cogimos ruta para Ortigueira a las 8 de la tarde. A eso las 9:30 llegamos a Ortigueira y empezamos el viacruscis para llegar a la zona de acampada.
Después de casi una hora haciendo cola para subir al bus que “teóricamente” nos dejaría en la zona de acampada, nos enteramos que este año han cambiado las rutas. El bus del aparcamiento te deja en el centro del pueblo y allí tienes que hacer un trasbordo (con su consecuente cola) a otro que te lleva a la zona de acampada. Como al final llegamos al pueblo a eso de las 10:30, decidimos cargar con las cosas e ir andando (como dos kilómetros y medio) hasta el pinar de la acampada. Gracias a dios la caminata se nos hizo corta (creo que a eso ayudaron las diversas paraditas que hicimos para dar buena cuenta de las cervezas) y a eso de las 11 de la noche ya estábamos buscando una buena parcelita de terreno para plantar la tienda. Este año decidimos montarla cerquíta de la playa, para ver si nos alejábamos del ruido (ilusos nosotros) que hay por la zona central de acampada. Allí tuvimos nuestro primer problema complicado de la noche: Montar la tienda de campaña recién adquirida en el Carrefour. Compramos una bastante amplia, con un dormitorio para cuatro personas y un salón mas amplio todavía que la zona de dormir. En la foto de la caja la tienda aparecía preciosas montada, pero lo que no nos imaginábamos era lo complicado que iba a resultar montarla a oscuras en Ortigueira.
Después de dos horas, y gracias a la ayuda de nuestros vecinos (gracias chicos, nunca os lo podremos agradecer lo suficiente), a eso de las 1 de la mañana terminamos el montaje y nos metimos de lleno en el segundo problema de la noche: preparar la cena. Como somos previsores ( ya teníamos experiencias previas en el encendido de fuegos en Ortigueira) en esta ocasión nos llevamos una bolsa de carbón “Magic” al que prendimos fuego directamente en el saco después de haberlo rociado previamente con una buena ración de gasolina. Mano de santo. En cinco minutos aquello estaba ardiendo que daba gusto. Lo malo es que nos tiramos casi una horita para hacer la brasa necesaria para cocinar. Eso si, después nos dimos un verdadero banquete a base de chorizos criollos y chuletas de cordero. Entre pitos y flautas terminamos de cenar a eso de las 3:30 de la madrugada, ya con unas cuantas copas encima (la suculenta cena la mojamos a base de copitas de ron&coca) y nos fuimos a recorrer las distintas carpas que habían montado por allí.
¿Cómo resumir lo que paso después? Según los periódicos, la noche del viernes al sábado nos reunimos 80.000 personas en Ortigueira. Realmente parecíamos más. El ambiente increíble, la gente con muchísimas ganas de marcha y muy buen rollito. Es increíble que tal variedad de razas urbanas (las había de todo tipo) puedan convivir así de bien en una fiesta de este tipo. Mis compañeros de tienda terminaron acostándose a eso de las 7 de la mañana, pero yo, que a esas horas ya tengo el chip del día siguiente, continué la marcha por mi cuenta. Cámara en ristre, me pasee por toda las zona de acampada, mezclándome con la gente que pululaba por allí y bailando con los últimos rezagados en las carpas. Termine acostándome muerto de cansancio a eso de las 11 de la mañana…
Os dejo las fotos aquí, para que os hagáis una idea del ambientazo…
… realmente lo hemos pasado de miedo, pero estoy destrozado… Aunque no tengo resaca (no como otras ocasiones, que Ortigueira terminaba con 3 o 4 días seguidos de resaca criminal), físicamente estoy destrozado… tengo agujetas hasta en partes del cuerpo que no imaginaba que pudiera tenerlas… Si es que a mi edad ya no se puede forzar el cuerpo como cuando tenía 20 años…
7 comentarios:
Hola Luis! :)
Que envidia, macho... y mira que mi pareja no es raro para el tema de las juergas ni nada... pero no me lo imagino dentro de un FIB. A lo más que vamos a llegar es a ver a Madonna el 20 de agosto en Dusseldorf. Pero de ver a Marilyn Manson me parece que va a ser que no.
Un saludooooooo. :)
Impresionante y elaborado post, con documentación de primera mano.. y eso de cenar a las 3 de la madrugada..uff.. yo no podría..
Habia que preparar el estomago para el resto de la noche... si beber es malo, imaginate con el estomago vacio...
Jeje!Es lo que tienen los festivales, que tengas la edad que tengas, terminas reventadíiisom@...Pero merece la pena! Así que no os lo penseis y dejaros caer también por ese minifestival...que por lo que he leido, aunque seas un quejica en cuanto al aguante físico, te lo has pasado genial,eh!jeje!
Besitos!
Si, pero me duele todo... tengo agujetas en partes del cuerpo que no sabia que existian...
Mamma mia... se me ocurre a mí llevar ese ritmo tan sólo media hora y me tienen que llevar a la UCI xD
Yo tenía previsto ir al Etnosur, un festival que hay ahora en Julio, pero me parece que no voy a ir al final, el caso es que es cierto que el ritmo que se lleva esos días es desenfrenado, pero bueno ya lo dicen que "sarna con gusto no duele".
Un blogsaludo.
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