Una semana de vacaciones en Betanzos (bueno, medio vacaciones ya que todas las mañanas regresaba a Coruña para trabajar), 4 días en Oporto (me pareció una ciudad super romántica) y finalmente 3 días en Finisterre (en la impresionante playa de Langosteira).
No han sido las típicas (el año pasado estuvimos en Egipto por estas fechas), pero con los preparativos (y pagos) de la boda, es lo que nos hemos podido permitir... por cierto, ni imaginais la cantidad de dinero que hay que invertir para casarse...
Pero finalmente hemos logrado nuestro objetivo: hemos conseguido desconectar un poco de la rutina diaria sin gastarnos demasiado dinero.
En los próximos días: fotos y vídeos (una vez realizada una buena selección, jejejeje)
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