Viernes por la mañana. Por una vez, he dormido de un tirón. Menos mal, veo las cosas desde un prisma totalmente diferente ahora que estoy mas descansado. La mañana se presenta dura: es él ultimo día de Kiwi (mi compañero) antes de irse de vacaciones dos semanas (que cabrón, que cabrón…) y estamos forzando la maquina a tope para poder dejar todo al día antes de irse. Si estos días tenemos trabajo, las dos próximas semanas, yo solo en el departamento van a ser de infarto. Pero bueno es lo que me toca.

Planes para esta tarde/noche: comprar algo de comer para el fin de semana (la nevera, otra vez vacía), hacer un rato para quedar con Arantxa (no me apetece, pero ya me comprometí ayer, paciencia), llamar a C. para ver si se viene a cenar a casa (ojalá… pero no sé) o en caso de que ella no venga, cenita en casa de Arturo y salida a morir por el Orzan (un plan que en este momento no me disgusta nada de nada…)

Con la noche que hace, preferiría quedarme en casa con C., pero si hay que terminar la noche en Green, tampoco le voy a hacer ascos. Me encuentro mucho mas animado de cara al fin de semana.