Al final ni Dublín ni nada. Con la que estaba cayendo cuando salí de casa, opte por irme a La Flor de La Torre. No esta ni a distancia entre mis preferidos para desayunar, pero por lo menos no me he mojado. Café de desayuno y una caracola. Mejor pasar del zumo de naranja, que lo cobran a precio de oro. Como no había ni dios (creo que éramos en total 3 parroquianos), tenia todos los periódicos libres. Pues nada, a empaparse de actualidad, que para hacerlo de lluvia solo hay que salir a la calle. Veo que no me he perdido nada por estar desconectado de las noticias esta semana; inundaciones, accidentes, robos... Bueno, supongo que las buenas noticias no venden, pero es un poco deprimente leer el periódico con este tiempo.
Ahora que lo recuerdo. Anoche mientras estábamos tomándonos algo Oscar y yo, en su casa, me regaló tres pantalones. Voy a tener que pasar por una costurera a que me los recoja. Oscar es “ligeramente” más patilargo que yo, y me quedan un poco largos. A el le quedan demasiado grandes. Me tiene alucinado, cada día está mas delgado. Los vaqueros son una 38 y a mi me quedan como un guante. Vaqueros de diseño italiano. Desde luego tiene un gusto de puta madre para la ropa.
Voy a acercarme al centro a que me los arreglen… si escampa de una puta vez.
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