Bueno, estoy alucinado. El fin de semana comienza con sorpresas. Cuando pensaba que ya había dado definitivamente carpetazo al tema de Fátima, me llama su hermana. Parece ser que tiene un problema con su ordenador portátil. Hace ya algunos meses me lo trajo para que le hiciese una limpieza y le arreglase la conexión a Internet. Lo conecte a mi banda ancha y se lo arregle. Y dejé un acceso directo en el escritorio para si tenia que conectarlo por banda ancha en otras ocasiones, ya que ella tiene una conexión telefónica. Parece ser que ahora, haciendo una limpieza otra vez le da problemas ese icono (no tengo ni idea de lo que me quiere decir con eso…). No esperaba que me llamase a mí para que se lo solucionase. Estoy seguro de que Fátima tiene algún otro “amigo” informático. Bueno. Su familia no me ha hecho nada, no tengo porque no ser amable. Me llamará a lo largo de la tarde con el ordenador delante. A ver si se lo puedo solucionar por teléfono. En caso de no poder hacerlo, tendré que quedar con ella (Con Carmen) para mirarlo en persona. Espero que si llegamos a este caso no me comente nada de su hermana. Es un tema que todavía me duele… mucho menos que hace un par de meses, pero, al fin y al cabo, a pesar de todo, la conocía desde hace mas de 15 años.