22 de febrero de 2006

Dos días para volverse loco. Ayer estuve todo el día preparando un envío para un cliente y a eso de las 6 de la tarde, me cambian las intrusiones del trabajo, tirándome todo lo preparado a la basura. Y cuando llevaba un par de horas trabajando sobre la misma instrucción, otro cambio que me vuelve a tirar por la borda todo. Encima, para rematarlo, termino discutiendo con la rubia peligrosa por ese mismo tema. Me termina montando un espectáculo de narices y ahora no me dirige la palabra. No se puede decir que cuando hable con ella estuviera de muy buen humor, pero su reacción ha sido totalmente desproporcionada… bueno, ya se le pasará si quiere.

Y hoy mas de lo mismo. A continuar con el chollo de ayer (no me servia de nada haber trabajado todo el día anterior, todo perdido), la rubia peligrosa sin hablarme y evitándome todo el día y un frío de narices cada vez que salgo a fumar a la calle. Encima, como tenemos aire acondicionado en el despacho, al salir a fumar a la calle el choque térmico es bestial. Vamos, el caldo de cultivo ideal para coger un buen resfriado.

Y esta tarde me viene Angeles a planchar a casa. Así que tendré que comer a toda prisa y ponerme a organizar la ropa que tengo que darle. Maldita la gana que tengo de aguantar a nadie en casa hoy. Pero si quiero ir planchado el resto de la semana no me va a quedar mas remedio. Yo lo he intentado por activa y por pasiva, pero soy un negado planchando.

1 comentario:

luis dijo...

Si no se hacerca la rubia a hablar conmigo, yo paso de andar detras de ella. La que monto fue totalmente desproporcionada... y lo de la plancha lo he intentado tantas veces que ni pe acuero. Es totalmente IMPOSIBLE que yo planche bien algo.