31 de enero de 2006

Hace mas o menos un mes me compre en el Carrefour un pendrive de 2 Gigas para poder llevarme cosas de casa a la oficina y viceversa sin tener que preocuparme por problemas de espacio. Ayer, cuando estaba apunto de llevarme a casa un par de Cds con todas las revistas de Computer Hoy, al cabrón se le dio por escarallarse. Cojonudo. Ya me veo esta tarde revolviendo toda la casa (soy el rey de la organización) para encontrar la factura y de ruta a continente para ver si me lo cambian (si hay suerte) o me lo arreglan. Con lo que me toca los cojones tener que ir al Carrefour.

Bueno, vamos a las cosas agradables. Ayer llamé a Elena para ver que tal fue la operación del padre. Parece ser que sin problemas. Me volvió a insistir a ver cuando quedábamos para tomar un café. Y la rubia peligrosa me acaba de insistir hace un rato a ver cuando bajamos a tomar un algo. Joder, voy a tener que hacer un esfuerzo y sacar tiempo para bajar un poco con la gente. Desde que estoy con C. casi soy un ermitaño.

Siempre me pasa lo mismo. Cuando me enamoro, termino dejando de lado a todo dios y centrándome solo en la persona con la que estoy saliendo. Por ahora las cosas con C. bien, pero tengo que esforzarme en no dejar de lado a mis amigos…

…y hablando de amigos…¿Qué será de Noelia y las chicas? Hace semanas que no se nada de ellas…

2 comentarios:

Ernesto X. Paz dijo...

No te quejes que la memoria tiene solución, peor lo hice yo, que la deje en un oredenador de la biblioteca y claro, voló cual pajarillo en primavera.
Hala, un abrazo.

Anónimo dijo...

Maria P.
Jope, luis, a ver cuendo bajas a tomar una copichuelas.