12 de octubre de 2005

Pensaba que el segundo día me levantaría mas animado, pero no ha sido así… Apenas me estaba despertando en la cama cuando lo primero que se me vino a la cabeza era ella… maldita sea, porque no tendré una cabeza mas fría.

Cuando me estaba preparando para ir a desayunar al Dublín, me llega un mensaje de Elena: “¿quedamos mañana para desayunar? Dime donde y cuando.” La llamo: todavía esta en cama, reponiéndose de la juerga de la noche anterior. A mi me hubiese venido bien salir (la rubia peligrosa me lo ofreció y se que con ella lo habría pasado bien) pero ayer estaba demasiado resacoso como para pensar en beber nada por ahí. Hablo con Elena y quedo para desayunar con ella mañana por la mañana. Me apetece verla, me vendrá bien… en un momento dado de la conversación me comenta que C. la llamo a casa el lunes a eso de las 11 pero que no estaba. Su hermana aun le dio el recado anoche y aun no ha podido hablar con ella. Me pregunta si se porque podría ser. Me lo imagino, pero prefiero que lo hablen entre ellas. Internamente no me parece una buena señal que en cuanto la dejé en casa este lunes llamase a su mejor amiga… Ya lo estaba viendo todo negro, pero ahora todavía lo veo mas… en fin, ya veremos. (Eso espero)

Me voy al Dublín a desayunar. Mal día. Hay mas ambiente que de costumbre y todos los periódicos están ocupados. Me tengo que conformar con leer el “Mondo Sonoro” una revista gratuita que también tienen por allí. Intento concentrarme en la lectura mientras desayuno, pero no soy capaz. Cada vez que se abre la puerta no puedo evitar mirar con la esperanza (¿pero de donde cojones he sacado yo esa esperanza?, no lo entiendo) de que sea ella.

Cuando ya estoy fumándome el último pitillo, ya pensándome en ir para casa, se abre la puerta: mi hermano Iván. Es increíble lo diferentes y a la vez lo parecidos que somos. Tenemos personalidades radicalmente distintas, pero disfrutamos de los mismos pequeños placeres. El, como yo, en cuanto tiene la oportunidad, se viene también a desayunar y leer el periódico al Dublín, igual que yo en cuanto tengo ocasión. Me pido otro café. Así aprovechamos y nos ponemos al día. La conversación gira sobre el trabajo (los dos quemados, el mas que yo, pero tiene buenos motivos) mujeres (me hecha la bronca por ser un blando y andar complicándome la vida, tiene toda la razón) y el futuro…

Después de una hora larga de conversación, nos retiramos cada uno para casa. El regresará este finde. A ver si nos podemos arreglar para desayunar juntos otra vez el domingo, dependiendo de cómo se nos dé la noche anterior…

De regreso hacia mi casa, me para un coche en el paseo marítimo; Oscar y Shirley. Se van a la pizzería de Sada y me ofrecen ir con ellos. Me lo pienso, pero la verdad es que no tengo n pizca de apetito y tal como me siento anímicamente no voy a ser una compañía agradable. Además, tengo que aprovechar y arreglar la casa. Estos últimos días la he abandonado bastante y me empieza a dar asco hasta a mi. Tengo que empezar a ordenarlo todo: primero mi piso y después todo lo que tengo en la cabeza.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuantas veces desayunas al día?

Anónimo dijo...

Mira que no podías elegir peor foto. Menos mal que somos MUY diferentes dado que soy más guapo. En fin, déjate de cancioncillas de Revólver en plan victimilla pegajosa. ¿Eres sensible? Pues en otra cosa nos parecemos: nos gustan los piratas e Iván Ferreiro. Así que escucha bien alto turnedo: "..que no dejas que te quieran, solo quieres que te abrace..." y termina "... tu no dejas de llamarme y ¿quien no tiene el valor para marcharse?..." y "...quien prefiere quedarse y aguantar...". Dice el dicho que de valientes están llenos los cementerios pero nada dice que los cobardes, así que nada indica que ser cobarde debe ser bueno. Luis, en tu caso lo importante no es ser cobarde por amor (sic), el problema es perder todo tu orgullo porque piensas que eso hará ver a la otra persona que la amas más. Dicen que la libertad de uno termina donde empieza la del otro, y eso es cierto, y en ese equilibro consisten las relaciones. Darlo todo a cambio de nada puede parecer que a la larga pueda cambiar las cosas, pero no es cierto, lo único que cambia es que lo habrás dado todo y cuando no lo hagas te recriminaran por ello.
Una pareja son dos personas que renuncian a su unicidad pero su unión es mayor que su suma. La negación de uno mismo para estar con una persona no es una pareja, es una tirania.
Es duro, pero siempre hay que llegar al momento que tienes que decir "Esto es lo que hay o lo tomas o lo dejas", porque no puedes estar todo el día cediendo por nada sin que te correspondan.
Lo anterior puede parecer egoista, pero más egoista es amar y no ser amado, dado que el que ama hace eso, comparte su amor, pero el que no es amado realmente no le da su amor a nadie porque no lo quieren.
Lo que tienes que hacer (que parece que es poco pero no es cierto) es buscar a alguien que merezca ser amado por ti.
En fin, El Gran Hermano dixit
P.D.: Como vuelvas a poner una foto mía tan horrible como la de hoy fijo que te mato... Mira que no tienes fotos mías donde parezco una persona normal. Mal hermano!!!

Anónimo dijo...

Paqui... En el día existen varios desayunos. El oficial que se que mi hermano se lo salto porque es a una hora muy temprana. El de cortesia que es con alguien del trabajo, el de media mañana con un amigo o un familiar, y el último del día (sobre las 14.00h)antes de irte a casa porque estás agotado de tanta charla durante la mañana.
El Gran Hermano dixit

luis dijo...

Muy bueno hermano, te veo inspirado... y tienes toda la puta razón.