Típico jueves, gris lluvioso y asqueroso. Trabajo; hasta decir basta. Sin poder levantar cabeza en todo el día. Y cuando digo todo el día, significa TODO EL DIA. Desde las 8 de la mañana a las 8 de la tarde. Encima, para el colmo, al salir de trabajar había quedado con Arantxa en cuatro caminos para tomar un café (y aso de paso ver, como es, no recuerdo esa noche en Green), pero con el diluvio que estaba cayendo, yo sin chaqueta y una venta abierta en casa, mejor me vine para casita como los niños buenos.

Mañana tendré que hacer un rato por la tarde para quedar con ella. A ver que tal es.

Plan para mañana por la noche: Increíblemente, no lo se. No se si C. vendrá a cenar a casa, no se si finalmente saldré con Arturo a buscarme la vida por la noche… no se nada.

Lo único que se es que el sábado por la mañana tendré que estar medianamente operativo para quedar con mi hermano a desayunar en el Dublín, que se viene este finde para Coruña y tengo ganas de verlo.