8 de agosto de 2005

Que mañana de lunes tan desagradable: en cuanto me levanto, lo primero que veo es… nada. La capa de niebla que cubre la ciudad es tan espesa que no puedes ver nada que este a más de 2 metros a tu frente. Bueno, voy a bajar a por tabaco y a desayunar y a ver si se va despejando un poco el día. Levantarse así resulta un poco deprimente.

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