28 de agosto de 2005

Que noche. Lo he pasado de miedo. Comencé yendo a buscar a Elena a casa para ir a la vinoteca que hay enfrente del Pato Mareado, a tomar unos vinos, con Marta y unas amigas. Después, una vez efectuadas las presentaciones (Elena no las conocía) nos fuimos todos a cenar de tapas al Prada a Tope, que tenia un ambientazo. Allí, se nos unió Cristina, una de las migas de Elena, que yo solo conocía de referencias. Después primera copa en el Nordic, una Púb. totalmente minimalista que han abierto enfrente del taller. Seguidamente, el taller, con un ambientazo impresionante. Al salir del taller, se retiraron las amigas de Marta y nos quedamos solos Marta, Elena, Cristina y yo. Daba gloria verme, no todos los días bajas a solas con 3 rubias preciosas.

Nos fuimos al Buda de Oscar, a la fiesta de los 80. Nos lo pasamos como niños con las canciones remember. Además, Felipe, uno de los camareros, antiguo alumno de Jese nos estuvo invitando a chupitos toda la noche, así que acabamos bastante contentos. Seguidamente, cuando el ambiente empezaba a decaer, taxi y para Oh! Coruña, no sin antes dejar en su coche a Marta, que se tenía que retirar a casa.

En Oh!, el ambientazo de siempre. Allí tuve la oportunidad de conocer un poco mejor a Cristina. Me había comentado Elena que era una chica muy cortada y que me costaría hacerla hablar. No fue así, al poco rato de hablar con ella me di cuenta de que era una chica con una vida interior muy rica. Creo que vale la pena intentar conocerla un poco más. La llamaré esta semana que viene para tomar un café o lo que cuadre. No se porque, pero creo que vale la pena profundizar un poco mas en esa amistad.

Bueno, me voy a comer con Marta, que quiere que le cuente que tal me fue el final de la noche…

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