8 de septiembre de 2005

11 horas después del mensaje… no hay respuesta. No se que lo esperaba… Aunque metí la pata, creo que mi comportamiento anterior no se merece esto. Bueno. Por lo menos he intentado solucionarlo. La conciencia la puedo tener tranquila.

Acaba de irse Oscar. Últimamente su novia trabaja todas las tardes y siempre se pasa por aquí a última hora para hablar. Es agradable tener alguien con el que conversar al finalizar el día. Además, últimamente nuestro estado de animo es parecido, aunque por motivos diferentes… pero esa es otra historia muy larga de contar. Mejor dejarla para otra ocasión en la que tenga mas ganas de escribir…

Por cierto, hace un rato me ha llamado Isa de Lugo. Se le nota preocupada. Esta saliendo con una chaval divorciado con un hijo y parece que sus padres no lo aceptan. Ellos están muy enamorados y se nota que esta preocupada por lo de los padres. Me comenta que esta mirando piso para irse de casa, en principio ella sola. Pero con la ilusión de la que habla de ese chico, no creo que tarden en irse a vivir juntos. Me alegro mucho de que las cosas le vallan bien, a pesar del “pequeño” detalle de los padres. Me dice que tiene muchas ganas de bajar conmigo de marcha por ahí a quemar la ciudad… yo también tengo ganas de verla. Hemos pasado muy buenos ratos juntos. Tengo que invitarla a que se venga un finde a Coruña. Hecho de menos las profundas conversiones sentados en la cama a las 7 de la mañana, de regreso de una buena noche de marcha.

Creo que no puedo quejarme. Si me paro a pensarlo, tengo muchos (quizá muchos sea una exageración, cuando los amigos de verdad se pueden contar con los dedos de la mano) amigos cuya amistad me ha durado muchos años. Y sigue firme a pesar de la distancia, como en el caso de Isa y Rosa… Ya hace más de 10 años que las conozco.

…y me continúan aguantando a pesar de todo…

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