18 de septiembre de 2005

He dicho ya que nos terminaríamos liando? Dicho y hecho: al final salimos de la cena en casa de Arturo a las 4 de la mañana, después de partirnos el culo a base de bien (en el buen sentido de la palabra) con el repertorio de chistes de nuestro anfitrión y de Jese. Cuando bajamos del piso (gracias Arturo, lo hemos pasado de miedo), directos al Orzan, al piso de arriba de Le Club. Increíble ambientazo, increíbles mujeres (mención especial a nuestra queridísima camarera increiblemente guapa) después de tirarnos un buen rato bailando house, para el piso de abajo, a desintoxicarnos a base de música de los 80 y principios de la 90. Apoteósico. Si el piso de arriba estaba abarrotado, el de abajo lo estaba mas. A eso de las 5 de la mañana, cuando ya no cabía un alfiler, ruta para Oh!. nos saltamos la enorme cola de entrada gracias a Oscar (no hay nada como ser veciono y amigo del gerente) y nos fuimos directos a la barra. Ya con unas copas encima, a bailar hasta que no aguantamos mas.


No puedo con el alma... pero como se suele decir, sarna con gusto no pica.

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