4 de septiembre de 2005

No lo entiendo. Desde el viernes que la dejé en casa, llevo estos días bastante convencido de que cuando la llame hoy por la tarde le va a apetecer bajar conmigo… Pero a medida que va pasando el tiempo, esa seguridad va desapareciendo. Voy a llamarla a eso de las 6 de la tarde y en este momento, solo pasan nubarrones negros por mi cabeza.

…ojala quiera bajar…

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